Cuando la tristeza me ataca...me gusta pensar en lo positivo que hay en mi vida.
Con 37 años ya he vivido lo que me ha tocado.
Momentos en la infancia, correteando entre arboles, los berrinches entre hermanos.
La locura de la adolescencia contenida por el respeto a mis mayores.
Ese primer amor...tierno, inocente...sin tiempo ni lugar para desbocarse.
La perdida de consciencia cuando lo que creía estable...desaparece y se convierte en lágrimas sin control durante algún tiempo.
He disfrutado de la amistad, de la música de un vinilo. De esas quedadas para bailar. De las miradas cómplices.
He reído. He reído muchisimo.
He maldecido en contadas ocasiones.
Mis ojos han brillado y las mariposas me han hecho cosquillas en la tripa...llenando el vacìo de la ausencia y la distancia.
Me ha crecido la tripa para dar vida a dos Ángeles y poder disfrutar cada centímetro y cada segundo. Les invente historias para que aprendiesen a vivir con coherencia en el mundo que estaban conociendo.
Viajes, lugares, hogar, compañeros de trabajo y muchos libros...todo enseña...hasta lo peor que puedas imaginarte.
La fractura de la estabilidad. Ese suelo por el que transitamos durante nuestra vida y que nos enseña que pisar sobre algo firme es todo un reto.
Cuando todo se desequilibra, cuando piensas que se ha perdido el sentido de la lógica...en ese momento , justo en ese instante...comienza un nuevo reto.
Vivir de nuevo empezando de cero.
"Todo es posible si quieres realmente"...es algo que leemos a menudo.
Volver a sentir que merece la pena esforzarse es cuestión de un instante.Pero ..¿Cuando sabemos que está vez puede ser cierto?
Creo sinceramente en las corazonadas. Creo en los buenos sentimientos. Creo en La sinceridad, en la confianza en la amistad. En todo esto y en mucho más. Pero no creo en el "para siempre". Cuando el corazón se empeña en no sacarse el pañuelo poco más se puede hacer
Prepararse para el dolor, dejar la mente en blanco y esperar.
Los miedos que te muerden y se llevan esa alegría.
Lucha, agota cada minuto de tu vida en esa pelea por seguir. No desesperes. No te rindas.
La vida está formada por esos momentos también. Tarde o temprano tendrás una tregua.
Pero eso si...no dejes que nadie a tu alrededor sufra tus idas y venidas. Antes de continuar piensa que quieres realmente.
Descarta a las personas que te hacen sentir inseguridad, aleja a las que no están por y para ti. Da sin esperar recibir pero no te conformes con las migajas. No vuelvas al pasado para traer los fantasmas que te llenaron de miedos y lucha por tu presente. Se siempre claro.
Si todo fuese tan fácil como escribir, la vida estaría llena de luz, sonrisas y amor.
Las lágrimas se han quedado atrapadas en la garganta desde hace tiempo. Nadie ha podido romper esa barrera.